En esta época
decembrina protagonizada por una tristeza generalizada en nuestro pueblo por el
hecho de no contar con las condiciones mínimas de seguridad ciudadana,
alimentaría y económica gracias a que el aparato gubernamental se dedica a destruir
con las pocas reservas republicanas contenidas en nuestra Constitución, tal
como lo sucedido en las vísperas de la noche buena con la designación de los
miembros del Poder Ciudadano y a su vez el Poder Electoral
La asociación
para delinquir se dio por parte de la Asamblea Nacional
por el hecho de que a directriz de su presidente en conjunto con el Tribunal
Supremo de Justicia, cual pillos asaltaron el derecho venezolano y más
específicamente lo establecido en el articulo 279 de la CRBV referente a la elección
de los miembros del Poder Ciudadano, donde en su primer párrafo nos recuerda
que la elección debe efectuarse con mayoría calificada de 2/3 de los diputados.
Nuestra
Constitución es clara, pero ante la complicidad de los Órganos que ejercen el
Poder Publico y ante la clara demostración de que el partido de gobierno no
cree en el dialogo y consenso entre sus disidentes prefirieron acertar un golpe
a los textos que se encargan de resguardar la institución del Estado
Venezolano, dejando en evidencia que el claro enemigo del mismo es quien lo
tiene secuestrado desde hace 15 años.
Cuando nos
referimos a un claro pillaje con complicidad es por el hecho de que el máximo
garante del cumplimiento de la
Constitución y guardián del derecho a través de su nefasta Sala Constitucional y
con su mejor readaptación de El Directorio en la revolución francesa, deja que la Asamblea Nacional
a través de sentencia acceda a destruir totalmente el contenido del articulo
279 y las diferencias entre “mayoría calificada” y “mayoría simple o absoluta”
dado a la ineptitud del Consejo Moral Republicano de poder presentar una terna
a la Asamblea ,
dando un ejemplo al mundo de cuando existe un órgano de justicia como el
venezolano totalmente politizado un marco jurídico no puede existir un Estado
debe declararse en peligro de extinción.
Ya nos han
tenido acostumbrados los últimos años que cuando se disponen a asaltar el marco
jurídico lo hacen entre gallos y media noche, o como en este caso cuando las
familias se reencuentran. No siendo la primera vez que por un error garrafal
del TSJ y las amplias y casi mayoritarias palabras silenciosas de los diputados
en la Asamblea ,
dejan ver como el Estado se vuelve una caricatura dibujada por seres atroces. Y
peor aún, por el hecho de no contar con la mayoría calificada el gobierno en la AN la designación de los
rectores en el CNE pasaran por el dedo de la funesta Sala usurpadora de nuestra
Constitución dejando así herido de muerte al sistema venezolano.
Este es un
modelo de gobierno totalitario que día a día destruye nuestro aparato
republicano y tal cual como las dictaduras caudillistas militares del siglo XIX
en nuestro país, en el que, cada vez que un gobernante deseaba efectuar un acto
a su complacencia reformaba a pisotones la leyes y hasta la constitución para
su realización y se cumpla el fiel mandamiento del tirano.
Siempre soy de
los que piensa que la historia premia, absuelve y castiga a personajes que
cambian para bien o para mal los destinos de un pueblo, y estoy cada vez más
convencido que a los destructores del Estado de hoy les depara un futuro para
nada prometedor en nuestros textos, por ser quienes se declararon enemigos de
lo público.
El Estado
Social y de Derecho, el Principio de Legalidad, nuestro modelo Federal, las
instituciones son a quienes estudiamos derecho nos inspira para seguir con una
lucha de año y para nada apremiante por la defensa, protección y construcción
de un país que funciones en base a instituciones y no a personas. Experiencias
grises en nuestra historia como esta etapa del gobierno atroz de Maduro deben
enseñarnos a que la opinión de cada ciudadano y la participación no debe ser
para una cúpula o elites, sino es responsabilidad de todos por igual.
Francisco
Matheus
@FJMatheus