La traducción de la palabra “Parler” del francés moderno al castellano “Hablar” se originó una institución que desde sus inicios en la Inglaterra de la “Glorious Revolution” y “The Bill of Rights”, pasando por los “Estados Generales” en Francia y el “Congreso de la Unión” en los Estados Unidos de América, quienes son los padres de los que hoy en día conocemos como el Parlamento que alrededor del mundo funge como un órgano del
Estado que ejerce el poder de legislar dentro de una nación y además cuenta con una base filosófica elemental, la cual es, la representación de la voluntad de los ciudadanos en otros comúnmente llamados diputados, quienes cargan sobre sus hombros la expresión de miles de connacionales quienes a través del sufragio lo eligieron para discutir los asuntos de interés patrio y en principio ser la viva voz de quienes lo condujeron hasta la cámara legislativa a efectuar sus funciones.
La crisis política que padece hoy Venezuela, parte de la aclamación de los resultados presidenciales, en el cual el candidato de gobierno “ganó” por menos del uno por ciento, esa crisis se transmitió a las calles y de las calles se concentró en parlamento, que hoy en día no hace valer el origen de su nombre y mucho menos el de los principios que lo hacen ser un organismo fundamental dentro de todo Estado.
Además de crear la legislación y el marco jurídico y servir como representación “a viva voz” de los ciudadanos de una nación, el Parlamento se encarga, en términos de la separación de los poderes de regular las funciones del poder ejecutivo y a su vez del judicial, también se rige bajo ciertos principios filosóficos, jurídicos y políticos como lo son: el principio de representación de las minorías, representación proporcional poblacional, elección a través del voto universal, directo y secreto y la libertad de expresión por parte de los representantes en el organismo.
Así es, como a través de la historia, gobiernos o partidos de índole autoritaria han querido secuestrar, vulnerar y reducir el poder de los parlamentos, debido al origen libertario del mismo y con el motivo de silenciar las voces que allí, creyente de sus principios de representación de los ciudadanos y de ejercer el control y regulación del poder. En la historia políticas como las escuadras del PNF (fascista italiano), los grupos del NSDAP (Nacionalsocialismo alemán), el falangismo español, y en conclusión muchos movimientos de marcadas tendencias derechistas y anarquistas, a través de asaltos, golpes, o apoderamiento debido a victorias electorales intentan coartar los principios del parlamentarismo y así elevar los poderes hegemónicos y tiránicos que sublevan la actuación, además del libre desempeño de tan importante órgano Estatal.
Muchos de los diputados hacen que el venezolano cada día desconfíe aún más de sus instituciones y una tan importante como lo es la Asamblea Nacional, ya que, con ataques institucionales de la taya de; la inasistencia por parte de la mayoría de los diputados que adversan al gobierno, la irrupción del protocolo, la tiranía por parte de las autoridades parlamentarias, la copra-venta de diputados principales y sobre todo suplentes y ahora el retiro del derecho de palabra a los representantes de la bancada opositora, son hechos que evidencian las practicas extremistas que se ven en el seno del Parlamento venezolano, practicas que nos recuerdan a los regímenes fascistas autoritarios de comienzos del siglo XX y que los venezolanos no debemos permitir que se revivan en una nueva entrega.
Francisco Matheus
Secretario General del CEED-UCV
@FJMatheus
